^ Escribo desde algún lugar de la costa andaluza.
^ Me he propuesto cumplir con mis auto-obligaciones escribiendo la nube de este lunes antes de bajar a la orilla para disfrutar de la inmensidad del mar.
^Me he aficionado a la playlist “My life is a movie” de Spotify cuando me pongo a hacer cosas que requieran mi concentración. Ayer me enteré de que la plataforma crea la lista según tus gustos, por lo que varía de una persona a otra. Algoritmo is everywhere, I guess.
Esto de escribir de forma creativa periódicamente me está suponiendo todo un reto. Nunca me ha costado dejar por escrito cosas más o menos coherentes cuando he sentido que era el momento de hacerlo. Otra cosa es conquistar deadlines.
Esta es mi cuarta nube; lo que delata que llevo cuatro semanas ciñéndome a escribir para Substack semanalmente. Empecé respetando mi agenda las dos primeras, eligiendo tema, investigando y escribiendo con tiempo de sobra para publicar el lunes. Las dos últimas la vida me ha atropellado y apuro a escribir el mismo día que publico. Pero no se agobien, siempre he sido más efectiva bajo presión.
Me pasa que tengo tantas ideas en la cabeza que me cuesta una barbaridad materializarlas. La carta de hoy es el ejemplo perfecto. Llevo un tiempo queriendo compartir por aquí la etapa que estoy transitando ahora mismo, pero me ha costado redefinir el ángulo, el punto de vista desde el que me gustaría hablaros. Toda historia puede contarse desde cientos de perspectivas diferentes.
Aquí viene mi intento:
Desde que volví de las Antípodas llevo unos meses cruzando una consistente y consciente transición. No es la primera vez. Cada vez que termina una experiencia catártica en mi vida le sigue un proceso de recolocar. Es parecido a cuando te caes y una vez de pie tocas todas las partes de tu cuerpo por si te duele o perdiste algo y con el susto no te has dado ni cuenta.
Es una analogía graciosa pero de verdad que lo veo así. No es que me aporte placer precisamente, o que me guste. Pero sí que me obligo a estar un tiempo (re)conociéndome.
Supongo que llego tan cambiada de lo que sea que me haya pasado que necesito volver a orientarme. ¿Dónde quiero ir? ¿Qué me apetece ahora? ¿Qué me ha dejado de servir?
Es un trabajo introspectivo pesado e incómodo, pero necesario. Además, tengo complejo de biblioteca: antes de tomar decisiones importantes necesito cargarme con toda la información posible.
Soy afortunada y cuento con ese tiempo: entre que averiguo qué viene ahora y lo logro tengo capacidad creativa suficiente para crear cosas. Cal Newport en su libro Hazlo tan bien que no puedan ignorarte habla de capital laboral. Me encanta porque a pesar de la apariencia su explicación no tiene nada que ver con el dinero. Habla de las capacidades y experiencias acumuladas posibles de intercambiar por ciertos beneficios cuando se de la ocasión.
Curiosamente a mi (de momento) nadie me ha dado trabajo, pero yo tengo capital laboral intrínseco para rato. Eso, y que no me puedo estar quieta.
Hace más de tres meses que volví, tres meses que he denominado “etapa de transición”. Dos para adaptarme y descubrir qué quiero hacer ahora y uno para la búsqueda activa de empleo cuando he descubierto lo primero.
En esta etapa he aprendido algunos tips que me gustaría compartir. Al fin y al cabo a todo el mundo nos toca esperar, algunas veces, a que pasen cosas.
Trabajar no tiene nada que ver con tus niveles de éxito
¿Qué es el éxito? ¿Cuánto porcentaje de éxito abarca tu trabajo profesional? ¿Separas éxito personal con laboral?
Mucha gente pensará que el tiempo que no estás trabajando de forma remunerada estás desperdiciando tu vida. O se compadecen si tu trabajo profesional no te aporta pasión o es tu motivo número uno por el que te levantas cada mañana. En mi caso, cuando más autorrealizada me he sentido ha sido a gracias a pequeños éxitos personales que poco tenían que ver con mi trabajo. Esto se da mucho cuando viajo: En Australia tenía trabajos precarios, volátiles, no profesionales, no me gustaban demasiado, y sin embargo experimenté allí los niveles más altos de éxito de mi vida. El orgullo de haber ido hasta allí sola y por medios propios es indescriptible.
Tiene su ciencia. Si para ti el éxito es lograr tus objetivos personales, esa responsabilidad recae en gran porcentaje en ti y no en agentes externos. Un objetivo personal puede ser; ahorrar x dinero, tener relaciones saludables y duraderas, dominar un hobbie, etcétera… Para mi, un éxito muy reciente es esta pequeña comunidad de Substack. Crear En Las Nubes y que en menos de un mes ya tenga personas que me escriben y me leen es un pequeño gran éxito.
Necesitas pasar por muchos no para llegar al sí
Durante estos meses me estoy empezando a reconciliar con el rechazo. El rechazo no tiene amigos, incomoda, nadie le quiere cerca. Pero como casi todo lo que nos molesta, es necesario.
Antes he dicho que llevo un mes buscando trabajo de forma activa, esto es porque hace un mes y medio no sabía ni sitio geográfico ni camino profesional al que quería redirigir mi carrera, pero ya había empezado a aplicar a trabajos a ciegas con la urgencia y la impaciencia de no querer desperdiciar oportunidades, ni tiempo. Tonterías. Todo tiene su proceso. Y mientras voy transitando muchos noes me redefino como profesional, aprendo sobre empresas, lo que necesitan y lo que puedo aportar, lo que necesito y lo que me falta, como puedo mejorar, incluso campos que todavía no conocía y me llaman mucho la atención. El no te ayuda a poner un valor al mercado y a ti como profesional en determinado contexto.
De un no laboral también se puede aprender mucho. Igual necesitas 100 noes para mejorar hasta llegar a quien te diga ‘sí’. Además, nunca es personal: por muy íntimo y artístico que sea tu trabajo, no lo es. Te ayuda a mantener tu ego a raya, que no tu autoestima. Cuida de que tu amor propio se quede intacto en este proceso, eres válido/a, es el ego a quien hay que mantener a raya, hay que explicarle que siempre hay margen de mejora y que siempre hay alguien de quien aprender. El no tiene la fuerza potencial de sacar lo mejor de ti.
Invierte tiempo en tus propios proyectos
No vas a tener muchos momentos de tu vida de pausa y transición. Aprovecha el tiempo para invertirlo en algo que te motive y te ayude a mantenerte visible. Si lo puedes añadir a tu porfolio, mejor.
Enfócate en lo que quieres
De nada sirve dejarse llevar por la desesperación. Sé firme a tus valores y a tu visión. Establece un criterio para seleccionar proyectos que se alineen a cómo quieres proyectar tu trabajo. Te llevará mas tiempo que coger lo primero que se cruce en tu camino, pero a la larga lo agradecerás.
Organiza tu tiempo
Se escrupuloso en cómo planeas cada semana. Establece horarios incluso para tu tiempo libre: journaling, planificar proyectos, crear red de contactos, hacer deporte o tiempo libre para despejarte se merecen un espacio en tu agenda. Los bullet journals para eso son una pasada.
Prioriza tu bienestar, no tienes que se productivo/a todo el tiempo
El rechazo puede ser positivo pero eso no quiere decir que no sea difícil de lidiar. Asegúrate de que el proceso no te está afectando más de la cuenta y desconecta a menudo. Cuidarse y descansar siempre será la mejor inversión que puedas hacer.
Aprovecha para aprender cosas nuevas
Además de proyectos personales puedes aprender de una forma más técnica recursos que buscan las empresas. Aprovecha que conoces lo que se demanda para convertirte en una necesidad. Todavía existen los cursos gratis, aprovéchalos.
Socializa.
Ya sea para crear networking o pasar tiempo con tu familia, es necesario. Es fácil quedarte engatusado en la comodidad de tu casa, pero no te olvides que la vida está ahí fuera.
Crea identidad
Esperar a que pasen cosas debería empezar por saber lo que se espera. Conocerse a uno mismo en orden para conseguir cosas alineadas a nosotros. ¿Qué valor aporto o puedo aportar? ¿Qué quiero proyectar? ¿O crear? Crear metas a corto plazo pueden ayudar.
Proyectar o manifestar
Para los escépticos, yo sí creo que somo capaces de conseguir cosas si ponemos todo nuestro empeño y nuestra energía en un lugar. Mi hermana pequeña me hizo hacer un ejercicio esta semana que me encantó: Escribí como sería un día de mi vida dentro de unos meses cuando consiguiera mis metas a muy corto plazo. Me lo pasé genial y me ayudó a visualizar mis objetivos. Me parece un ejercicio fantástico para todo el mundo. Luego me animé y lo hice para un par de años y me lo pasé todavía mejor poniendo a prueba la imaginación. Al fin y al cabo es el primer paso para hacerlo realidad, y poner fechas también ayuda.
Hasta aquí la nube de hoy. Espero que os haya inspirado para saber qué hacer cuando estás esperando a que pase algo. Paciencia amigos. Todo llega. Disfrutemos del proceso sin volvernos locas.
Cosas positivas de la semana:
+ Fui al dentista para empastarme una segunda muela y me dijo que falsa alarma, no había nada que empastar. Mi boca y mi bolsillo lo agradecieron.
+ En mi cuarta semana ya somos más de 60 suscriptores. De verdad, no me esperaba esta respuesta. ¡Muchas muchas gracias!
+ ¿Sabéis cuando estáis tan ciegos que necesitáis que alguien os recuerde lo guais que sois? Tengo suerte de tener cerca los ojos de Alicia, con una rápida mirada mientras nos tomamos un té crezco por lo menos 5 centímetros. Espero que cuando ella mire los míos se refleje lo que la admiro.
+ Fui a la biblioteca a dejar libros y coger nuevos. Lo hago una vez al mes y se ha convertido en mi momento favorito. De los libros os hablaré en otra ocasión.
+Hice más de 9 km corriendo. Éxito personal. Me encanta cuando mi hermana me acompaña con la bici.
+ La peli de la semana es un clásico que por alguna razón todavía no había visto: El Padrino. Los diálogos, las impecables actuaciones, imágenes… dura 3 horas y te quedas con ganas de más. Quizás no sea mi género pero me ha encantado. Tiene un 5/5. Está en Netflix.
+ La recomendación musical de la semana es gracias a mi amiga Carla. La canción se llama Zarzillos de Plata, pero creo que todo lo que sea de Judeline es bueno.
+ Las cartas recomendadas de esta semana:
+Lo último ya lo sabéis, y es que desde ayer estoy en el piso de la playa de mi novio, el mismo que está esperándome para dar un paseo e ir a comprar suministros. Qué maravilla.
Si has llegado hasta aquí, lo primero gracias. Si te ha gustado puedes decírmelo y alegrarme la semana. Compartir o dar me gusta ayuda a que más gente me conozca.
Que tengas una feliz semana.
Sofía, me encuentro tu carta en el momento preciso y hallo palabras que aciertan. A quienes somos impacientes se nos suele olvidar la parte de disfrutar del proceso. ¡Gracias por recordármelo!